Las placas base son una tabla de circuitos PCB (Printed Circuit Board) en las que se dan los elementos más importantes del sistema, todos interconectados entre sí para que el dispositivo pueda funcionar, es decir es la encargada de interconectar y dar soporte físico a todos los dispositivos internos de un ordenador. Entre esa serie de circuitos integrados que tiene instalados está el chipset, que es el centro de conexión entre la computadora, la memoria RAM, los buses de expansión y otros dispositivos. La placa base se encuentra contenida dentro de una caja de chapa y cuenta con un panel que permite conectar dispositivos externos y muchos otros conectores internos y zócalos que facilitan la instalación de componentes dentro de la caja.
Por otra parte, la placa base incluye un software que se conoce popularmente como BIOS y que permite llevar a cabo las funciones básicas (pruebas de los dispositivos, manejo del teclado, video, carga del sistema operativo y el reconocimiento de dispositivos).
Entonces, los componentes típicos de una Placa base son uno o varios conectores de alimentación, el zócalo de CPU, las ranuras de memoria RAM y el chipset.
El origen de las placas base se da en los años 80 y la década de los 90, cuando se aumentó la cantidad de funciones y dispositivos que se vinculaban con la placa madre. Inicialmente las placas eran muy independientes pero con el tiempo se fueron incorporando cada vez más elementos en ellas. Al final de la década de los años noventa, las placas madre ya incorporaban nuevos elementos, como funciones de red, memoria de almacenamiento, y tanto vídeo como sonido.
La mayor parte de las placas bases comercializadas luego del año 2001 se clasifican en dos grupos: para procesadores AMD y para procesadores Intel.
Entonces, los componentes típicos de una Placa base son uno o varios conectores de alimentación, el zócalo de CPU, las ranuras de memoria RAM y el chipset.
Además, la Placa Base se encuentra divida en dos secciones, el puente norte (gestiona las conexiones entre la computadora, la memoria RAM y la GPU) y el puente sur (permite la conexión entre los periféricos y los dispositivos de almacenamiento, tales como el disco duro.
El origen de las placas base se da en los años 80 y la década de los 90, cuando se aumentó la cantidad de funciones y dispositivos que se vinculaban con la placa madre. Inicialmente las placas eran muy independientes pero con el tiempo se fueron incorporando cada vez más elementos en ellas. Al final de la década de los años noventa, las placas madre ya incorporaban nuevos elementos, como funciones de red, memoria de almacenamiento, y tanto vídeo como sonido. La mayor parte de las placas bases comercializadas luego del año 2001 se clasifican en dos grupos: para procesadores AMD y para procesadores Intel.
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